31 de enero de 2008

Crónica de un viaje en clase turista

Buenos Aires- Posadas

Primero que nada, uno debe siempre mentalizarse para lo peor, ya que si las condiciones son un desastre, ya se atajó de antemano, e incluso las cosas pueden salir mejor de lo que se esperaba. El tren salió a las dos de la tarde(en lugar de a las 10:45 a.m. )por lo tanto, además de las desgraciadas 31 horas de viaje, ahora había que agreegarle la llegada por la madrugada a una ciudad completamente desconocida.Cuando llegamos a San Miguel (Provincia de Bs. As.) nos hicieron cerrar las ventanillas, porque a lo' pibe' les gusta tirar piedritas, seguido de esto el guarda dio algunas indicaciones de "seguridad" tales como: -No anden descalzos, no se saquen las remeras- .Luego de finalizados estas útiles consejos, todo el vagón decide aplaudir masivamente a este señor.


Pasadas varias horas, el paisaje se iba poniendo cada vez más rural, y las personas, yo no quiero sonar egocéntrica ni nada por el estilo, pero algo que me llamo mucho la atención es la actitud de la gente al ver pasar el tren. Parecía como el día que nevó en Capital. Salían de las casas, saludaban, sacaban fotos. Increíble.


Como decía, pasadas varias horas, existe un detalle que cabe destacar: el baño. No hay demasiado que explicar. Imaginen dos baños (uno de damas y otro de caballeros) por vagón, en donde conviven alrededor de 80 personas durante un trayecto de 1.000km(30 horas).Olor. Letrina. Horrible. ¿Qué sentido tiene que los de primera clase tengan inodoro y nosotros no?Tranquilamente podemos llegar hasta esos baños con solo caminar 741892678258 kilómetros hasta llegar a primera.Sólo lo hacen para marcar la diferencia entre los que pagaron $20 más. Putos.


Llegó la noche. Cena en el vagón comedor, pasa a mi lado un cajón lleno de fideos con salsa roja. Para el tren, y salimos a dar una caminata digestiva a ver por primera vez el cielo abierto. Abiertísimo. Como dije, llegó la noche, y por lo tanto apagaron las luces, y por lo tanto a dormir. No hubo forma de estar cómodos. En un momento, la niñita correntina del asiento de al lado se despierta gritando -Esperame! . Acto seguido rompe en llanto, su mamá la calmó, y bueno. Intento dormir, no puedo voy a lavarme los dientes y sin querer despierto al pibe que dormía justo abajo del lavamanos. Vuelvo y cuando finalmente puedo dormir (luego de ser despertada mil veces por la incomodidad y por el energúmeno del guarda gritando -PRÓXIMA ESTACIÓN VILLAGUAAAAAAYYY!! ) pasa corriendo una persona que me golpea un poco (yo estaba con la cabeza casi colgando del lado del pasillo)seguido de muchos guardas. El tren se detiene. Yo y Julia fuimos a ver y a fumar un cigarrillo, a lo Pati y Selma.Parece que esa persona le dio una golpiza al guarda. Lo bajaron en quién-sabe-donde en Entre Ríos donde lo esperaba un acogedor patrullero. Me acomodé como pude y me dormi. Hoy desperté en Paso de los Libres, Corrientes, asi que llegaremos pronto.
estas últimas horas se estan haciendo interminables, y realmente todo el pasaje est enloqueciendo, entre los niños, lo incómodos que son los asientos( casi como los del Roca, casi) y el calor, yo ya estoy fuera de si.
5/01/2008