Soñe con mi hermana.
Estabamos peleadas, en Moscú. Pero no era la Moscú real. Era Moscú invernadero, toda la ciudad cubierta por vidrio. Era por el frío y los incendios. Los rusos y mi hermana ya se habían acostumbrado, pero yo entre la emoción de haber llegado hasta ahi y el invernadero gigante todo me parecía increíble.
El invernadero se convertía en una gran fiesta. Mi hermana y yo nos dedicamos a intentar hablar en ruso para que nos convidaran de sus tragos. Balbucéabamos. Un ruso nos entendio y nos dejó probar su trago. Era de palta. Era horrible. Palta y vodka. A veces me cuesta creer que siento gustos en los sueños. Este lo sentí y era horrible.
Despúes un tren, en el tren un gato que ronroneaba MUY fuerte. Claro, era la conexión con la realidad. No era un camarote, era mi cama y mi gata ronroneando a lado.
1 comentario:
ajajajajaja, ¡no entiendo por qué tu hermana se acostumbra tanto a rusia!
palta y vodka, le doy
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